¿Está buscando personal para su empresa? Si la respuesta es afirmativa o, simplemente, quiere estar informado de cara a gestionar con éxito un negocio en el futuro, es imprescindible conocer qué tipo de contrato le conviene según su proyecto. 


Por ello, en Asesoría Lamas le enseñamos qué es un contrato de trabajo y los tipos de contrato más habituales en España. ¿Listo para dar un paso adelante en la gestión laboral eficaz de su negocio? A ello vamos con este artículo.

¿Qué es un contrato de trabajo?

En la gestión laboral de cualquier empresa, elegir el tipo de contrato de trabajo adecuado es un aspecto determinante. 

Para los menos informados, un contrato de trabajo es un acuerdo legal entre un empleador y un trabajador en el que se establecen los términos y condiciones de la relación laboral. 

Este documento define las características centrales del trabajo como el tipo de jornada, el salario, la duración del contrato, las funciones del empleado y los derechos y obligaciones de ambas partes.

En España, la legislación laboral exige que ciertos contratos se realicen por escrito, mientras que otros pueden ser verbales

Desde nuestra asesoría laboral especializada, recomendamos siempre formalizar la contratación mediante un documento que especifique claramente las condiciones de trabajo para prevenir posibles conflictos legales en el futuro.

¿Por qué es tan importante? 

En primera instancia, un contrato de trabajo implica el cumplimiento de obligaciones en materia de Seguridad Social, ya que la empresa debe registrar al trabajador y cotizar por él, garantizando así su acceso a prestaciones como la sanidad pública, el desempleo y las pensiones.

Además, el contrato de trabajo determina la relación entre la empresa y el trabajador, y también influye en la planificación de costes, la estrategia de recursos humanos y el cumplimiento de obligaciones legales relacionadas con la gestión laboral. 

Los tipos de contrato de trabajo existentes en España

Existen diferentes modalidades de contrato en España, diseñadas para cubrir distintas necesidades empresariales y situaciones laborales. A continuación, analizaremos cada una de ellas en detalle.

Contrato indefinido: Estabilidad para el trabajador y la empresa

El contrato indefinido es la modalidad más recomendada para empresas que buscan mantener una plantilla estable a largo plazo, ya que no tiene una fecha de finalización establecida. 

Puede formalizarse tanto a jornada completa como parcial o en modalidad fijo-discontinuo, lo que permite adaptarlo a las necesidades del negocio. 

Su principal ventaja es la estabilidad que ofrece tanto para la empresa como para el trabajador, fomentando un compromiso a largo plazo y reduciendo la rotación de personal.

Contrato temporal: Flexibilidad, pero con fecha límite

El contrato temporal es una opción ideal cuando la empresa necesita cubrir una demanda puntual de trabajo, porque cuenta con una fecha de finalización preestablecida. 

Su duración máxima es de hasta 6 meses, aunque en ciertos casos puede ampliarse según la normativa vigente. 

Además, puede formalizarse tanto a jornada completa como parcial, permitiendo flexibilidad en la contratación según las necesidades del negocio.

Contrato de formación y aprendizaje

El contrato de formación y aprendizaje está diseñado para jóvenes de entre 16 y 25 años que buscan adquirir experiencia profesional mientras completan su formación teórica. 

Su duración oscila entre 6 meses y 3 años, dependiendo de las necesidades de la empresa y el programa formativo. 

Se caracteriza por combinar la jornada laboral con formación académica, permitiendo que el trabajador desarrolle habilidades específicas mientras recibe una formación estructurada. 

Este contrato está dirigido principalmente a personas sin formación específica en el sector, facilitando su inserción en el mercado laboral.

Contrato en prácticas: Incorporación de talento joven

El contrato en prácticas está pensado para recién titulados, ya sea con un título universitario, de Formación Profesional o un certificado de profesionalidad, que buscan adquirir experiencia profesional en su área de formación. 

Su duración puede oscilar entre 6 meses y 2 años, dependiendo de las necesidades de la empresa y la normativa vigente. 

Además, el salario debe ajustarse a lo establecido en el convenio colectivo, garantizando una compensación acorde con la formación y el puesto desempeñado.

Contrato fijo-discontinuo: Trabajos estacionales

El contrato fijo-discontinuo se utiliza para trabajos estacionales o con actividad intermitente, donde la necesidad de empleo surge en determinados períodos del año. 

A diferencia de un contrato temporal, el trabajador mantiene un vínculo estable con la empresa, lo que le asegura derechos laborales y antigüedad, aunque solo preste servicios en épocas concretas. 

En cada campaña o temporada, la relación laboral se reanuda automáticamente, sin necesidad de realizar una nueva contratación, lo que ofrece mayor seguridad tanto para la empresa como para el empleado.

Comparativa de los distintos tipo de contrato de trabajo

Tipo de contrato Ventajas Desventajas Cuándo utilizarlo
Contrato indefinido
  • Mayor estabilidad para empresa y trabajador.
  • Posibilidad de bonificaciones en Seguridad Social.
  • Menor rotación y mayor compromiso del empleado.
  • Mayor coste por indemnización en caso de despido.
  • Requiere mayor planificación en la gestión de personal.
Cuando se necesita consolidar una plantilla estable y reducir la rotación de empleados.
Contrato temporal
  • Flexibilidad para cubrir necesidades puntuales.
  • Menor compromiso a largo plazo para la empresa.
  • Posibilidad de conversión a indefinido.
  • Mayor rotación de empleados.
  • No siempre genera compromiso del trabajador.
  • Puede conllevar indemnizaciones al finalizar.
Cuando se requiere personal por un período determinado, como en campañas o proyectos específicos.
Contrato de formación y aprendizaje
  • Costes reducidos para la empresa en Seguridad Social.
  • Formación combinada con el trabajo.
  • Posibilidad de convertirlo en indefinido con bonificaciones.
  • Limitado a jóvenes entre 16 y 25 años.
  • No se puede utilizar para trabajadores con formación en el sector.
Cuando se busca formar empleados desde cero y reducir costes en la contratación.
Contrato en prácticas
  • Incorporación de talento joven cualificado.
  • Reducción de cotizaciones en la Seguridad Social.
  • Posibilidad de retener empleados formados.
  • Solo disponible para recién titulados.
  • Salario mínimo establecido por convenio.
  • Duración máxima de 2 años.
Cuando se quiere contratar profesionales recién titulados para aportar valor al negocio con posibilidad de continuidad.
Contrato fijo-discontinuo
  • Mayor estabilidad que el contrato temporal.
  • Evita realizar nuevas contrataciones cada temporada.
  • Mantiene el vínculo con trabajadores con experiencia.
  • No garantiza empleo continuo durante todo el año.
  • Puede haber periodos de inactividad sin salario.
Para actividades estacionales o intermitentes, como turismo, hostelería o agricultura.

Costes y Seguridad Social: ¿Cuánto cuesta contratar un trabajador en España?

Contratar a un trabajador en España conlleva una serie de costes que van más allá del salario bruto. 

La empresa debe asumir diferentes obligaciones económicas y entre los principales gastos se encuentran las cotizaciones a la Seguridad Social, que pueden representar entre un 30% y un 40% del salario bruto, dependiendo del sector y el tipo de contrato. 

Además, se deben cubrir prestaciones por desempleo, formación profesional y contingencias comunes, asegurando así los derechos del trabajador. 

En el caso de los contratos temporales e indefinidos, la empresa también puede verse obligada a pagar una indemnización por despido, cuyo importe varía según el tiempo trabajado y la causa de la finalización del contrato.

En cuanto a los trámites de alta, registrar a un trabajador en la Seguridad Social es un proceso obligatorio pero sin coste directo para la empresa. 

No obstante, una vez dado de alta, el empleador debe realizar las aportaciones correspondientes cada mes. 

La gestoría laboral de Asesoría Lamas es su mejor elección

Como ha notado, los cinco tipos de contrato de trabajo más populares en España tienen sus ventajas, desventajas y conveniencias según el sector y negocio que se trate. 

Para usted tener la tranquilidad de que está eligiendo el mejor tipo de contrato laboral para su empresa, contar con nuestro equipo de profesionales en Asesoría Lamas debe ser su prioridad.

Ofrecemos un servicio especializado en la elección del tipo de contrato de trabajo, y nos encargamos que cada contratación se adapte a las necesidades específicas de su negocio y a la legislación vigente. 

Nuestra experiencia en el ámbito laboral nos permite maximizar beneficios fiscales, reducir gastos innecesarios y evitar riesgos legales, proporcionando a empresarios y autónomos en Barcelona la tranquilidad de una gestión eficiente y profesional. 

Si busca una asesoría comprometida con el crecimiento y la seguridad de su empresa, en Asesoría Lamas estamos para ayudarle.

Preguntas frecuentes sobre tipo de contrato de trabajo

¿Cuál es el contrato más ventajoso para una empresa?

Depende de las necesidades del negocio. Si se busca estabilidad y compromiso, el contrato indefinido es la mejor opción. Si se requiere flexibilidad, el temporal o fijo-discontinuo pueden ser más adecuados.

Sí, si un trabajador ha estado contratado durante más de 24 meses en un período de 30 meses con dos o más contratos temporales en la misma empresa, este se convierte automáticamente en indefinido.

La empresa debe dar de alta al empleado en la Seguridad Social, pagar las cotizaciones correspondientes, respetar el salario mínimo interprofesional (SMI) y cumplir con la normativa laboral vigente.

Puede enfrentar multas y sanciones económicas, además de ser responsable de los salarios y cotizaciones no abonados, con intereses de demora y recargos adicionales.

Todos los contratos deben comunicarse al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en un plazo de 10 días hábiles desde su firma.